¿Qué es la Apendicitis?
Llamamos apendicitis a una inflamación súbita del apéndice. El apéndice es una estructura tubular que se extiende desde el punto donde comienza el intestino grueso (colon). Es del tamaño de un lápiz y suele medir cerca de diez centímetros de largo.
Durante muchos años, los científicos no han estado seguros de la función del apéndice en el organismo. Ahora se sabe que contribuye a la fabricación de las inmunoglobulinas, sustancias que forman parte del sistema inmunitario. Las inmunoglobulinas se producen, también, en otras partes del cuerpo. Por lo tanto, la extirpación del apéndice no parece crear problemas para el sistema inmunitario.
En nuestros días, la apendicitis es raramente fatal gracias a la utilización de antibióticos y a la intervención quirúrgica sin riesgo. Esta afección la padece una de cada quince personas. Afecta pocas veces a niños por debajo de tres años y aparece, generalmente, entre los diez y treinta años.
Causas
¿Qué es lo que causa la apendicitis? La inflamación del apéndice es el resultado de una obstrucción, que provoca una infección. Una de las extremidades del apéndice está abierta en el lugar donde se une con el intestino grueso.
¿Cómo se produce la apendicitis? La apendicitis puede sobrevenir cuando el apéndice se obstruye por una masa dura de heces o por un cuerpo extraño que se encuentra en el intestino. Esta obstrucción puede provocar la inflamación del apéndice y una infección bacteriana.
Una obstrucción puede, también, aparecer si los ganglios del apéndice se hinchan. Causas menos corrientes de obstrucción son las pipas y las semillas de frutas y verduras, las lombrices intestinales y el espesamiento del bario causado por una exposición anterior a rayos X.
En cuanto a las personas mayores, la apendicitis a veces es provocada por un tumor (cáncer) en el colón.
Síntomas y complicaciones
Los síntomas iniciales de la apendicitis aguda pueden ser:
- Estreñimiento, diarrea o gases.
- Dolor sordo que arranca al nivel de la región umbilical y se transforma en un dolor vivo en la parte de abajo derecha del abdomen; esto ocurre en un periodo aproximado de dos horas.
- Pérdida de apetito.
- Fiebre débil (37 °C a 39 °C).
- Náuseas y vómitos.
- Sensibilidad a la presión de la región inferior derecha del abdomen. La sensibilidad al rebote es un buen indicador de apendicitis (el dolor es más intenso cuando los dedos son retirados repentinamente del abdomen, que cuando son hundidos en él).
Esta lista resume los «síntomas clásicos» corrientes entre los adolescentes y los jóvenes adultos.
¿Cuáles son los síntomas de apendicitis en niños?
Además de los síntomas mencionados antes, para los niños más pequeños, el dolor está menos localizado y puede no tener puntos sensibles.
Entre los adultos de más de edad aparece, generalmente, menos dolor.
Los síntomas de apendicitis más avanzada comprenden:
- Hinchazón de vientre y rigidez del abdomen.
- Dolor del lado derecho del abdomen producido por una presión sobre el lado izquierdo.
Estos últimos son signos de la propagación de la inflamación a la cavidad abdominal (el peritoneo). Sin tratamiento, la apendicitis pasará de los síntomas benignos a severos. Cuando la infección llega a esta etapa, se llama peritonitis y puede ser fatal. Un médico debe consultarse inmediatamente.
¿Qué pasa si se «revienta» el apéndice?
El peligro más importante de la apendicitis es la rotura o la perforación del apéndice. Todos los agentes inflamatorios y las bacterias que se encuentran en el apéndice se vierten en la cavidad abdominal, provocando una peritonitis aguda. Puede aparecer una peritonitis benigna antes de que el apéndice se rompa.
A veces, una masa de tejido de la cicatriz forma un absceso alrededor del apéndice. En cierto modo, este absceso reduce el riesgo, porque aísla el abdomen del pus perjudicial que se encuentra dentro del apéndice. Sin embargo, tiende a complicar la intervención quirúrgica, que necesita, a menudo, dos operaciones.
Diagnóstico
Si crees que tienes apendicitis, consulta inmediatamente a un médico. En caso de estreñimiento, los laxantes deben ser evitados porque pueden provocar una rotura instantánea.
La apendicitis se diagnostica, generalmente, en el momento de un examen médico. El médico efectuará un número de pruebas que darán información sobre la extensión y localización de la inflamación. Después de un examen físico, un análisis de sangre se puede efectuar para verificar una infección. El médico puede tomar, también, una muestra de orina para eliminar la hipótesis de una infección del aparato urinario, los síntomas de tal infección pueden ser similares a los de la apendicitis.
A veces, recurrimos a una ecografía para ayudar a determinar el diagnóstico. Una tomodesintometría del abdomen deberá realizarse cuando otros exámenes no den resultado.
Otras afecciones que pueden ser confundidas con apendicitis incluyen colitis, enfermedad de Crohn, gastritis, gastroenteritis, embarazo ectópico y problemas ováricos.
Tratamiento y prevención
La intervención quirúrgica es el único tratamiento de la apendicitis aguda. A menudo elimina el apéndice (apendicectomía) en las horas siguientes al diagnóstico. La apendicectomía es una intervención quirúrgica bastante simple, incluso si el apéndice está ya roto. Se toman antibióticos antes de la intervención quirúrgica, y a veces después, en caso de que las bacterias se introduzcan en el abdomen durante la operación.
Algunos cirujanos efectúan una forma menos invasiva de la apendicectomia, llamada apendicectomia laparoscópica porque el apéndice se extirpa a través de un tubo pequeño que deja una cicatriz muy pequeña.
Según el tipo de intervención, algunas personas pueden levantarse de la cama el mismo día de la operación. En la inmensa mayoría de los casos, la incisión quirúrgica se curará en pocos días o en una semana.
La mejor forma de prevenir la apendicitis se basa en la alimentación, es decir, en llevar una buena dieta rica en fibra. La idea es que esta dieta facilite un mayor movimiento en el proceso digestivo. Se recomienda consumir alimentos ricos en fibra, los cuales se puede encontrar en la mayoría de las frutas, verduras, pero sobre todo, en los cereales integrales.