Técnicas de blanqueamiento dental

Conforme van avanzando los años, todas nuestras partes del cuerpo se resienten si no les prestamos el cuidado que necesitan, siendo una de las más evidentes nuestros dientes, los cuales exigen de un exhaustivo cuidado día tras día con cepillados y colutorios, así como con regulares visitas al dentista.

No importa lo mucho que cuidemos nuestra dieta, ya que con el paso de los años, nuestros dientes se tornarán amarillentos, algo que podemos prevenir desde nuestra casa, sin necesidad de tener que recurrir a visitar a un profesional del sector.

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Técnicas caseras de blanqueamiento dental

Pulpa de fresa

La naturaleza está repleta de secretos que nos pueden ayudar a tener nuestros dientes más blancos sin necesidad de tener que pasar por un dentista, como por ejemplo a través de una fresa, la cual tendremos que aplastar con el tenedor hasta que esté completamente desecha, en forma de pasta. Con la ayuda de una pequeña cuchara, la aplicamos sobre el cepillo de dientes, y la utilizamos de la misma manera que utilizaríamos un dentífrico. Una vez terminado el proceso, tenemos que recordar aclarar bien nuestra boca.

Limón y sal fina

Dentro de un recipiente de pequeño tamaño, tenemos que preparar una mezcla de sal fin con unas cuantas gotas de limón, hasta que se forme una pasta espesa. Cuando tengamos esta mezcla preparada, y con la ayuda de un pequeño cepillo, tendremos que ir aplicando diente por diente esta pasta, prestando especial atención a aquellas zonas en las que haya pequeñas manchas y necesitemos más trabajo de blanqueamiento.

Dado los ingredientes de esta mezcla (la sal en exceso puede llevar a ser un potente abrasivo), tenemos que tener cuidado de no afectar a las encías ya que estas podrían irritarse, generando un malestar y una incomodidad que nos duraría durante unas cuantas horas.

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