Cómo mejorar la autoconfianza

Definición de la autoconfianza

AutoconfianzaSegún un sondeo, al 75 % de la gente le falta confianza en sí misma. ¿Quién no se sintió mal en alguna situación sin atreverse a decirlo y con sus proyectos profesionales truncados?

Una falta de autoconfianza puede afectar a ciertas acciones: hablar de sí mismo en una entrevista de trabajo, convencer a un compañero, tomar su teléfono, construir o interactuar en su red, etc.

El sentimiento de incomodidad va a alojarse donde la falta de confianza se exprese, siendo muy variable con arreglo a las personas. Inútil decir que «no hay nada que temer» a una persona angustiada con la idea de pasar una entrevista de trabajo.

En estos tiempos la sociedad nos pide que seamos extravertidos y, demasiado rápidamente, asociamos la falta de autoconfianza con la timidez. No hay ninguna necesidad de ser un introvertido tímido que se esconde bajo las piedras por falta de seguridad en ciertas circunstancias. La autoconfianza es la idea que nos hacemos de nuestra capacidad para enfrentarnos con una situación dada.

Es imposible sentirnos seguros siempre ya que no tenemos todas las competencias necesarias para hacer frente a todo. Sin embargo, conocernos y reconocer nuestras capacidades nos permitirá sentirnos más serenos frente a los azares de la vida.

Las consecuencias de la falta de autoconfianza

El malestar que emana de la falta de confianza generará torpeza relacional paralizante:

  • Comportamiento vacilante, victimización.
  • Desvalorización de las competencias.
  • A la inversa: sub valorización, arrogancia, etc.
  • Ver triángulo de Karpman y búsqueda de empleo

En un breve periodo de tiempo, la falta de autoconfianza puede llevar al fracaso.

El filósofo Emerson escribía: «la autoconfianza es el primer secreto del éxito». Admiramos a los que tienen una confianza infalible en sí mismos aunque seamos tímidos y no nos fiemos de nuestras capacidades intelectuales o emocionales.
Sin embargo, aunque jamás alcancemos el carisma de un líder, podemos trabajar ciertos aspectos de nuestra personalidad con el fin de adquirir más confianza en nosotros mismos y acceder mejor a las relaciones interpersonales.

¿De dónde viene la falta de autoconfianza?

La confianza puede ganarse o perderse a todas las edades.
La autoconfianza es una dosis de fe en uno mismo. Creer en nuestras capacidades físicas, mentales, emocionales o en que vamos a tener éxito en un proyecto que nos interesa muchísimo es posible si tenemos autoconfianza.

La autoconfianza implica:

  • La estima de uno mismo.
  • Una imagen de uno mismo positiva.

Ciertos adultos carecen de confianza en sí mismos a causa de una imagen negativa de ellos mismos que se formaron durante la infancia.

Los especialistas, también, podrán ayudarte a tener una mejor imagen y aumentar tu autoconfianza.
Existen casos de adultos que pierden la confianza en sí mismos después de haber sufrido varios fracasos consecutivos y no haber sabido administrar bien las consecuencias.

De no sacar partido de los fracasos, intentando resurgir con más fuerza y zozobrando en la culpabilidad y duda sobre las propias competencias, puede venir la pérdida de confianza.

¿Es posible mejorar la auto confianza?

Efectivamente, podemos trabajar en ciertos aspectos de nuestra personalidad y comportamiento para mejorar nuestra autoconfianza.
Por ejemplo:

  • Progresar dando pequeños pasos para no desanimarte. Si eres tímido puedes comenzar dirigiendo la palabra a un desconocido una vez a la semana.
  • Salir, evita quedarte encerrado en casa. Cuanto más veas a la gente, más a gusto te sentirás.
  • Proponer organizar una tarde cantando o recitando un texto delante de un pequeño grupo. Inscribirte en una coral o una compañía de teatro.
  • En el momento de tomar la palabra en público mira a la gente a los ojos. Utiliza la sonrisa.
  • Aprende a trabajar con la respiración. Déjate ayudar por la práctica del yoga o las gimnasias orientales.
  • Observa a otros. Mira cómo lo hacen.
  • Aprende a administrar ciertas emociones: timidez, complejos, etc.

Tres claves para mejorar la autoconfianza

La autoconfianza no es un don del cielo. A veces expresamos una falta de confianza crónica o temporal debida a un acontecimiento o comportamiento desgraciado por parte de otros. La psicoanalista nos entrega tres claves para reforzar nuestra confianza.

Construir la confianza

La falta de seguridad o autoconfianza no es una fatalidad: la autoconfianza se construye, forma y mantiene a través de técnicas y acciones concretas. Una psicoanalista y psicoterapeuta nos explica que este trabajo de construcción se mueve alrededor de tres aspectos:

El discurso interior

Dejemos de pensar en nuestros defectos olvidándonos de nuestras cualidades. El diálogo interior va a acondicionar nuestro comportamiento. Puede ser, por ejemplo, cuando me cruzo con mi vecina y ella no me saluda. Me digo: «no me ve, es como si no existiera». En lugar de esto deberemos pensar: «mi vecina tiene preocupaciones, no se ha dado cuenta», y olvidar el tema.

En otros términos, reparemos en nuestros pensamientos interiores sobre la desvalorización. Seamos más objetivos para evitar una desvalorización paralizadora. Seamos con nosotros mismos más benévolos utilizando:

  • Mecanismos de valorización / desvalorización.
  • Modifiquemos nuestro discurso interior.
  • De la desvalorización a la mirada benévola.

La construcción de nuestra propia escala de valores: desprendernos del pasado

Si tuvimos padres que apuntillaban lo que no les gustaba vamos a tender a hacer lo mismo. Para evitarlo, devolvamos el pasado a su sitio. Reconsideraremos las críticas de los padres, sus órdenes terminantes y construyamos nuestro propio sistema de valores, nuestra propia escala personal. Todo esto aconseja la psicoanalista.

Nuestra educación y las personas que se encargaron de ella nos transmitieron muchas creencias limitantes negativas en nosotros mismos. Devolverles sus convicciones construyendo sistemas de creencias nuevos que correspondan con lo que pensamos y queremos, nos ayudará a creer en nosotros mismos. Algunas pistas para devolver el pasado a su sitio y construir nuestro futuro:

  • Los mensajes apremiantes.
  • Valores morales y valores motrices.
  • Cómo mantenemos nuestras convicciones.
  • Certezas: probar antes de comprar.
  • Los expedientes que hay que cerrar.

El pasaje a la acción acompañado por la evaluación de los talentos puestos en ejecución

El paso a la acción es la condición indispensable del fortalecimiento de la autoconfianza porque nos aporta pruebas de nuestras capacidades con cada reto conseguido.
La psicoanalista propone que evaluemos, en una escala del uno al diez, nuestra autoconfianza en situaciones precisas.

Realizando esto podrás darte cuenta que la estimación que hacías de ti mismo (a) era demasiado severa y no adecuada con la realidad de los comportamientos que ejecutas.

Estos actos favorecen el paso a la acción porque en respuesta a esta conciencia y al análisis de las competencias, recursos, cualidades y talentos de que dispongamos tendremos más ganas de actuar. Usemos estos recursos:

  • Redescubrir nuestros talentos naturales.
  • Reconocer lo que hacemos ben.
  • Buscar nuestros talentos naturales en el corazón de nuestras emociones.
  • Salir de la zona de comodidad.

Seis ejercicios para ganar autoconfianza

Hay seis comportamientos que pueden aumentar nuestra autoestima. Podemos identificar algunas de ellos en nuestras interacciones con otros. Si no es el caso sugerimos que te motives con alguna de las siguientes medidas.

Comienza por saludar con una sonrisa y mira a los ojos

La sonrisa y el contacto visual inspiran confianza y respeto mutuo. De la misma manera, responde al teléfono agradablemente tanto en el trabajo como en casa. Cuando desees hablar con alguien por teléfono da tu nombre antes de preguntar por la persona con la que quieres hablar. Comenzar la conversación introduciendo tu nombre es un signo de persona respetuosa.

Demuestra siempre que aprecias un regalo o un cumplido

No reduzcas el valor o evites las expresiones de afecto que vienen de otros. Tener capacidad para aceptarlas es señal de autoestima alta.

No te jactes

Es casi una paradoja decir que la modestia verdadera es recibir con elegancia los cumplidos. La gente que se jacta de sus propias hazañas trata de hacerse ver a los ojos de otros. Si actúan de este modo es porque no se sienten dignos de respeto.

No hagas de tus problemas la pieza clave de la conversación

Habla de manera positiva de tu vida y de los proyectos que intentas cumplir. Pon atención a tus pensamientos negativos, así como en el número de veces que te quejas. Cuando te sorprendas criticando a alguien encuentra la manera de sacar provecho a la crítica.

El 80 % de la gente se burlarán de tus problemas. El 20 % restante se alegrarán de que los tengas.

Responde a los períodos difíciles o los momentos más delicados aumentando tu nivel de productividad

Cuando tu estima personal se ponga a prueba no te duermas en los laureles y no te conviertas en víctima. El difunto Malcolm Forbes dijo: «los vehículos en movimiento utilizan sus propios generadores para cargar sus baterías». Métete bien en cabeza que no podrás recargar tu batería si estás aparcado en el garaje.

Intenta ver los errores e intenta aprender

Mide un fracaso como la conclusión de una ejecución, no como el de una carrera entera. Acepta tus imperfecciones pero niégate a sentirte fracasado. Puedes fracasar en algo que hagas sabiendo que un fracaso no es un atributo personal.

Aunque estés en un punto en el que te sientas muy negativo, date cuenta que puedes conseguir una mejoría rápida. Una evaluación personal negativa honrada y perspicaz necesita mucho más coraje y carácter que la de hacerse ilusiones. Estas últimas pueden estar asentadas en la arrogancia y la vanidad.

Se ha comprobado en atletas que después de una realización muy mala, un equipo o un atleta individual lo ha hecho mucho mejor la vez siguiente. Esto se explica por el hecho de que cuando la prestación es mala no hay más escapatoria que la responsabilidad total.
La decepción, la derrota y el fracaso no son condiciones permanentes a menos que escojamos que sean así.
Al contrario, estas experiencias dolorosas pueden ser una base sólida para éxitos futuros.

Once modos de ganar rápidamente tu autoconfianza

Cuida tu aspecto

La autoconfianzaHemos oído decir que «el hábito no hace al monje» pero podemos estar seguros que el modo en el que nos vestimos influye en la visión que los demás tienen de nosotros. Nadie es más consciente de tu apariencia física que tú mismo (a). Si tienes la impresión de no tener una buena apariencia física va a cambiar el modo en el que interactúas con otras personas y la impresión que vas a dar.

Te toca utilizar esto como ventaja ocupándote de tu apariencia física. En la inmensa mayoría de los casos afeitarse frecuentemente, llevar ropas elegantes y evitar vestirse dos días consecutivos de la misma manera permitirá mejorar tu aspecto.

No digas que no tienes bastante dinero para ir bien vestido. Será, ante todo, una cuestión de estilo y combinación de colores más que de vestir determinadas marcas. Deberás aprender a escoger trajes que vayan bien con el color de tu piel, cabellos, ojos y con la imagen que deseas dar. Si no sabes cómo hacerlo no vaciles en pedir consejo a una amiga o una vendedora, las mujeres tienen más facilidad en este campo. Pedir consejo te servirá para salir de tu zona de comodidad y reforzar la confianza en ti mismo.

No creas que esto quiere decir que tienes que comprar mucha ropa. Una regla de oro es que en lugar de comprar muchas prendas, compres menos pero de calidad. A largo plazo ahorrarás porque la ropa de calidad dura más tiempo y se pasa de moda menos rápidamente.

Adopta una buena postura

El modo en el que una persona se muestra nos dice mucho sobre ella. Una persona mal colocada y con movimientos aletargados aparecerá ante nosotros como poco segura de sí misma y poco atractiva. Nos dará la impresión de no ser entusiasta de lo que hace y no considerarse importante.

En este caso, ¿por qué deberíamos darle importancia si ella misma no se la da? Por supuesto, se trata sólo de una apariencia pero, cuando encontramos a una nueva persona, no tenemos forzosamente la posibilidad de pasar muchas horas con ella para ver si la realidad confirma la imagen que esta persona da de sí misma.

Si te colocas en una buena postura vas, automáticamente, a sentirte más confiado. Colócate derecho, levanta la cabeza, sonríe y mira a la gente a los ojos. Aunque al principio los resultados no sean rápidos, persevera. Cuanto más seguro te vean, más lo notarán las personas de tu alrededor y más confianza tendrán en ti.

Camina más rápido

Una de las maneras más rápidas y eficaces de evaluar una persona es mirarle caminar. Si camina lentamente y de mala gana puedes estar seguro que no tiene la suficiente confianza en sí mismo. Las personas confiadas caminan rápidamente y con paso decidido. Saben dónde van, tienen gente a la que encontrar, cosas que hacer. Aunque no tengas prisa puedes mejorar tu confianza caminando más rápidamente (evita correr).

Haz deporte

Entra dentro de los consejos precedentes cuidar tu aspecto. Si estás en forma tendrá un impacto muy positivo sobre tu nivel de energía y confianza. Hacer deporte mejorará no sólo tu apariencia y capacidad física, también te permitirá probarles a los demás que eres capaz de dar prueba de disciplina y compromisos. Además, hacer deporte va a ayudar a mejorar tu salud.

Habla más lentamente

Algo fácil y eficaz es hablar lentamente. Una persona que está segura de sí misma habla lentamente, se toma un tiempo para reflexionar sobre lo que va a decir y no tiene miedo ser interrumpido.

No es fácil hablar lentamente si estás acostumbrado a hablar rápidamente. Esfuérzate por hablar lentamente a partir de hoy y pronto verás que cada vez lo haces mejor.

Que no te vean tan serio: sonríe

La sonrisa es mucho más que una expresión facial. El hecho simple de sonreír produce la secreción de endorfinas hormonas responsables de un sentimiento de bienestar, mejora la circulación de la sangre al nivel de la cara y mejora tu autoconfianza. No sólo va a mejorar tu autoconfianza, además te van a ver con más confianza, los otros, si sonríes.

Con el fin de favorecer tu autoconfianza sonríe cuando te mires en el espejo y trata de hacerlo de la manera más natural. Piensa en una razón para sonreír y hazlo. La sonrisa es clave en las relaciones humanas. Expresa autoconfianza y bienestar. No vaciles en habituarte a sonreír lo más frecuentemente posible.

Muéstrate curioso: interésate por las personas que te rodean
La mayoría de las veces si nos falta autoconfianza es porque tememos el juicio de los otros. Sin embargo, las otras personas tienen cosas que hacer y no son, precisamente, las de juzgarnos constantemente. Piensan en sí mismas, en lo que podrían decir y se podría pensar en ellas.

De hecho, como lo muestra el especialista en gestión Stephen Covey en su libro sobre las siete costumbres que realizan los que emprenden, dedicamos nuestra energía a pensar en lo que vamos a decir en lugar de escuchar lo que la otra persona tiene que decir. Salen de ahí «unos diálogos de sordos» donde una de cada dos personas se ocupa, solamente, de exponer su propio punto de vista sin procurar conocer el del otro.

Ahora que eres consciente de este problema puedes utilizarlo como una ventaja remediándolo a partir de hoy. La próxima vez que hables con alguien, sea un colega, un amigo o una chica a la que encuentres, no pienses en lo que quieres decirle y concéntrate en lo que tiene que decir. Plantéale cuestiones no para ganar sus favores, sino por curiosidad afectiva.

Podrás comprobar que abordar una conversación con esta mentalidad aporta dos beneficios inmediatos:

  • La conversación se vuelve más fácil y será menos estresante para ti. Puedes concentrar tu atención en lo que te dice en lugar de pensar, sin cesar, en lo que vas a decir y en que parezca interesante. La confianza en ti aumentará.
  • La otra persona se sentirá más escuchada y comprendida y te verá, inmediatamente, como alguien más inteligente e interesante. Tomándote un tiempo para escucharle te verá como alguien en quien confiar. Te lo hará saber y aumentará tu autoconfianza.

Escucha y controla tu diálogo interior

Una mentira repetida bastante a menudo se vuelve verdadera – Lenin.
El hecho es que nos hablamos constantemente. La mayoría de las veces, desgraciadamente, es para decirnos: «qué tonto fui» o «qué perdedor soy». Nada más eficaz para hacerte perder la confianza en dos segundos. Y, a fuerza de criticarte sin cesar, tu espíritu acabará por considerarlo como una realidad.

Es muy importante aprender a utilizar tu diálogo interior y hacerlo de manera positiva con el fin de que juegue a tu favor y no en tu contra.

Piensa de manera positiva

La mayoría de las veces nuestra falta de confianza viene porque pensamos sistemáticamente en lo peor. Por ejemplo, si tienes una presentación que hacer te imaginas qué sucedería si no hablases con holgura, si dieras la impresión de que no conoces el tema del que hablas, o si la audiencia te planteara cuestiones difíciles. Cuanto más pienses de esa manera más disminuirá tu confianza y más riesgo habrá de que no salga bien.

Intenta pensar de manera positiva e imagínate realizando una presentación perfecta. Visualiza esa escena, los sentimientos que tienes, las emociones que sientes y no vaciles en continuar hasta que te parezca casi real. Puedes repetir la visualización cuando lo necesites. Puede ser antes de una reunión, una cita…

En paralelo a esto deberás reconocer los pensamientos negativos y echarlos fuera cuando se presenten. Puedes reemplazarlos por pensamientos positivos.

Hacer cumplidos a otros

Cuando piensas de manera negativa proyectas este juicio sobre otros. Para romper este ciclo de negatividad puede dar la enhorabuena. Niégate a hablar de la gente a su espalda y esfuérzate en hacerles cumplidos a las personas de tu alrededor.

A todo el mundo le gustan los cumplidos. Te permitirán ser más valorado y te ayudarán a desarrollar tu autoconfianza.

Enfréntate con tus miedos e intenta nuevas experiencias

Acabo de presentarte diez maneras de favorecer tu autoconfianza. Si no las pones en práctica inmediatamente todo quedará en literatura y no tendrá ningún efecto. Para aumentar tu autoconfianza debes comenzar desde ahora a actuar enfrentándote con tus miedos.

Es por eso que te aconsejaría comenzar a partir de hoy a intentar nuevas experiencias. Puedes, por ejemplo, comenzar por pedir la hora a un transeúnte en la calle, hablar un momento con tu vecino de descansillo la vez próxima que te le cruces, preguntarle a una vendedora qué piensa de las ropas que te estás probando…

Si ya has hecho estas cosas, por qué no entablar una conversación en una cola y hablar a la chica sentada cerca de ti en el autobús.

Enfrentarte a tus miedos directamente es el modo más eficaz que tienes para edificar una confianza en ti sostenible.

Y sobre todo, no tengas miedo de aumentar rápidamente tu autoconfianza. A menudo decimos que la autoconfianza puede edificarse sólo gradualmente. Estoy lejos de estar convencido de que esto sea verdad. Pienso que puedes aumentar tu autoconfianza muy rápidamente comenzando hoy. El mejor modo de conseguirlo es echarse al agua y actuar desde ahora como si fueras extremadamente confiado. Aunque esta seguridad pueda parecer a los demás fingida, se transformará muy rápidamente en confianza verdadera. Obtendrás resultados positivos.

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